domingo, 14 de marzo de 2010

ACTIVIDADES FISICAS ADAPTADAS A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES.

El conocimiento profundo de un determinado déficit, ya sea físico, psíquico o sensorial nos permite situar el problema en una fase concreta de dicho proceso de aprendizaje.
Así por ejemplo, si lo que falla en el sujeto es la comprensión, la dificultad de aprendizaje
habrá de buscarse en la fase cognitiva; en ella el alumno deberá comprender no solo el
movimiento a realizar sino la situación en la que deberá hacerse el movimiento (tirar la
canasta en un campo de baloncesto).
En segundo lugar, la fase asociativa, continuando con el ejemplo anterior es la que posibilita el perfeccionamiento del gesto simple. En ella se lleva a cabo el entrenamiento del gesto para sentir, automatizar y reducir el error.
Por último la fase de automatismo es la que nos conduce al gesto no reflexivo a la
concentración en las tareas. Según ello, será preciso situar las adaptaciones pertinentes en su fase de aprendizaje del movimiento correspondiente, con el objeto de que las mismas sean lo más exitosas posibles.
Algunas posibles adaptaciones de las actividades motrices son las siguientes (De Potter, J. C.,1988).
Adaptaciones pedagógicas:
Partiendo del supuesto de que el movimiento, como todo aprendizaje, debe ser enseñado,
podemos determinar algunas de las adaptaciones pedagógicas susceptibles de ser llevadas a cabo en nuestros alumnos con necesidades especiales, dependiendo de sus características personales.
􀂃 Apoyo verbal:
Tipo de palabras empleadas, su número y elección; explicaciones
concretas y breves, en tareas complejas, sustituir la demostración por las explicaciones
previas; atraerles la atención sobre las fases importantes del gesto.
􀂃 Apoyo visual:
Demostración previa del movimiento, utilización simultánea de varios estímulos (colores y ritmos, etc.).
􀂃 Apoyo manual:
Situar al niño en la posición ideal para el movimiento ejercer una fuerza
de resistencia al movimiento, conducirle por el espacio, etc.
􀂃 División del movimiento en secuencia:
Trabajar con secuencias en aquellos casos en que el niño está limitado en la organización de las informaciones, previa descomposición del movimiento en su fase: correr..., coger el balón..., lanzarlo.
􀂃 Tiempo adecuado entre explicación y ejecución:
Es el tiempo que precisa el alumno para comprender la secuencia motriz del acto a ejecutar.
􀂃 Número de secciones:
Reducirlas en el caso de sujetos con necesidades educativas especiales.
Adaptaciones del medio de aprendizaje
Con ellas nos estamos refiriendo a adaptaciones de tipo metodológico, fundamentalmente en los recursos materiales y de organización y de espacios y tiempos tales como por ejemplo:
􀂃 Variación de los ingenios:
Adaptación del tipo de material empleado. Por ejemplo, modificar la altura de la red de juego; más alta, posibilita un ritmo de juego más lento, más baja, facilita el gesto.
􀂃 Utilización de material que permita la creatividad:
Pelotas de tenis, aros, bastones, etc.
􀂃 Eliminar las fuentes de distracción:
Ruido, fatiga, material que no se va a usar.
􀂃 Utilizar un ritual:
Una rutina, una estructura.
􀂃 Variación permanente de la forma del grupo:
Trabajo en círculo, despliegue, fila, individual, pareja, pequeño grupo.
Simplificación de las percepciones
El sistema perceptivo nos proporciona información precisa sobre el acto motriz que estamos realizando. Los déficit en la percepción (problemas visuales, por ejemplo) Deberán ser suplidos a través del desarrollo de estrategias alternativas y suplementarias, a fin de obtener toda la información posible y seleccionar, a continuación lo más pertinente para el movimiento deportivo que vamos a realizar.
Ante situaciones en que alumnos nuestros presenten necesidades especiales, por motivos
perceptibles, podemos tener en consideración algunas de las siguientes estrategias:
Empleo de balones con ingenios de colores vivos en tareas de tipo perceptivo y de
coordinación óculo-motriz: contraste de color entre balón y fondo.
Modificar la trayectoria del (móvil) balón adoptando una secuencia progresiva: rodado,
con bote, en el aire lanzamiento primero con trayectoria horizontal y luego con trayectoria curvilínea).
Considerar la velocidad del móvil: si la velocidad del móvil es lenta, resulta mucho más
fácil perseguir y captar la trayectoria que si la velocidad es rápida.
Utilizar balones de diferentes dimensiones: el balón grande resulta de más fácil manejo
que el pequeño.
Altura y distancia del pase: pasar progresivamente de distancias cortas (2-5 metros) a
distancias más largas (10 m).
Angulo de recepción del balón, la apreciación de la velocidad es más difícil de frente.
Simplificación del Gesto
Si bien cada sujeto posee un bagaje neuromotor que es el resultado de experiencias vividas anteriormente, sin embargo, algunos motores pueden afectar al desplazamiento, al equilibro, a las coordinaciones, etc.
Las actividades físicas para niños con problemas motores no siempre se pueden realizar con la normalidad habitual y ello porque los gestos necesarios para llevarlas a cabo no siempre se desarrollan con los esquemas de maduración normal.
Los sujetos con necesidades educativas especiales realizan estas actividades con frecuencia, de modo individual con la adaptación necesaria, ya que la adquisición del gesto requerido se realizará de forma progresiva.
Algunas de las posibles adaptaciones del gesto motriz son las siguientes:
Andar o rodar en lugar de correr.
Utilización de ingenios más ligeros ( por ejemplo, los balones desinflados, de trapo), o
adaptados (planchas sobre ruedas para suprimir la carrera).
Modificar la posición de los jugadores de cara a los equilibrios: de pie, de rodilla,
sentados.
Reducir la distancia y desplazamientos para lanzar o recibir.
Reducir los temores y dificultades para la realización de las tareas, inspirándole confianza y seguridad al mismo.
Simplificación de las actividades
En ocasiones será necesario la adaptación de las actividades de enseñanza-aprendizaje,
diseñándolas de forma equilibrada y ajustándolas a las dificultades de los alumnos con
necesidades educativas especiales. Ya hemos visto algunas estrategias a tener en cuenta a la hora de adaptar las actividades que se vallan a trabajar; en concreto, y para el área de la E. Física, algunas de estas adaptaciones que puede considerar el profesor son las siguientes:
Adaptación de las reglas de juego: Algunos jugadores pueden coger el balón, mientras
que otros deben golpearlo; el balón puede rodar, rebotar o lanzarse; reducir el número de
puntos necesarios para ganar, reducir el tiempo de juego.
Atribuir al alumno un puesto concreto en el juego, en función de sus aptitudes: jugadores más móviles en el centro del campo; jugador menos móvil de portero o árbitro con un puesto fijo de atacante junto a la meta.
Adaptaciones varias para reducir la fatiga (muy presentes ante problemas orgánicos):
reducir el tiempo y /o el ritmo de juegos, permitir cambiar los jugadores, transformar los
jugadores fatigados en árbitros o jueces, reducir las situaciones de contactos físicos.
Permitir la participación de otras personas: ayudantes que empujan la silla de rueda, el
profesor para aconsejar y estimular, etc.
Reducir las dimensiones del terreno de juego para reducir las exigencias de coordinación dinámica general.
La importancia de la actividad física de los sujetos con necesidades educativas especiales es cada vez mayor, por cuanto que nos encontramos ante un medio que va a facilitar y potenciar el proceso de “normalización” de dichos sujetos, al mismo tiempo que proporcionarles una mejora en su calidad de vida y su integración en el contexto social.
La adaptación de las actividades nos posibilita además, una educación pensada en función de los propios sujetos, de sus necesidades y posibilidades y no, solo o exclusivamente, dirigida al grupo-norma con carácter único.

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